Osteopatía: estructural, visceral, craneal

¿Qué es la osteopatía?

Terapia manual que reequilibra todo el cuerpo en conjunto al trabajar sobre el tejido de sostén que une huesos, articulaciones, vísceras, cráneo, nervios…

La Osteopatía es una terapia manual que trata al ser humano de forma global, como una unidad funcional compleja. Se basa en que los distintos sistemas de nuestro cuerpo se interrelacionan y funcionan conjuntamente, por lo que la disfunción de un sistema puede también alterar el funcionamiento de otros.  Como una ficha de dominó que en su caída arrastra al resto inevitablemente en cascada, en el cuerpo humano se produce trabajo en equipo de todos los sistemas y cuando falla alguien del equipo el resto se readaptan y sobrecargan de trabajo para suplirle hasta que no pueden más y fracasa todo el sistema, apareciendo la enfermedad. Por ello la osteopatía consiste en devolver al cuerpo el equilibrio armónico de los sistemas lo que llamamos salud.

fundamentos de la osteopatía

Hablamos de una Terapia integral que relaciona y actúa sobre los diferentes sistemas del cuerpo: el Sistema Nervioso (Central y Periférico), el Sistema Endocrino, el Sistema Visceral (digestivo, reproductor, urinario, linfático, inmunológico,  pulmonar y cardiovascular), el Sistema Músculo – Esquelético, el Sistema Fascial, el Campo Emocional y el Biocampo Electromagnético.

Todo el cuerpo humano está interconectado a través del Sistema Nervioso, del Sistema Fascial (tejido que envuelve y conecta todas las estructuras del cuerpo) y del Biocampo Electromagnético. Es decir, una tensión en una parte del cuerpo se puede manifestar muchas veces en otra que  aparentemente no tiene relación con su origen.

La vida y el movimiento están interrelacionados. No existe vida sin movimiento.

Tienen especial importancia los movimientos (no visibles normalmente) que tienen lugar dentro del cuerpo humano. Estos movimientos, se relacionan con diversos niveles de actividad, desde las contracciones rítmicas del corazón, del diafragma en la respiración,  los músculos, del sistema cráneo-sacral con el flujo del LCR a las pulsaciones de las células.

En respuesta a traumas físicos, tensiones o problemas emocionales, sobrecargas químicas … los tejidos del cuerpo se contraen. En ocasiones, esta contracción (sobre todo si el golpe ha sido fuerte, la tensión es continua o el trauma emocional intenso) queda contenida en el cuerpo, limitando su buen funcionamiento, y creando restricciones que provocan lesión.

El terapeuta puede percibir las áreas de hipoactividad o hiperactividad a través de las distintas técnicas e identificar su origen y trabajar con ellas, ayudando a normalizar los estados de alteración emocional, lesiones, disfunciones o patologías, invitando al proceso de volver hacia el estado de salud integral.