Enfermedades autoinmunes

¿porqué solicitar un servicio de ENFERMEDADES AUTOINMUNES?

Si tengo una enfermedad autoinmune y quiero ampliar mi tratamiento con medicina complementaria e intentar localizar posibles orígenes de la enfermedad.

Nuestro sistema inmune es el encargado de gestionar nuestras defensas, nuestro centinela.

Normalmente, el sistema inmune distingue lo propio de lo extraño y nos defiende de agentes externos como los virus o bacterias.  Desde que nacemos estamos en constante contacto con todo tipo de sustancias (orgánicas e inorgánicas) y es precisamente nuestro sistema inmune el que se encarga de identificarlas como óptimas o dañinas. El objetivo del sistema inmune es que al identificar las sustancias dañinas   desencadene todos los mecanismos necesarios para eliminarlas y que tolere las sustancias óptimas propias del organismo.

Cuando estos mecanismos fallan, el cuerpo comienza a interpretar algunas células propias como “dañinas” y comienza a mandar anticuerpos contra ellas. Se genera  una enfermedad autoinmune que es una condición patológica en la cual el sistema inmunitario se convierte en el agresor que ataca con anticuerpos y destruye a los propios órganos y tejidos corporales sanos.   Esto genera un mal funcionamiento de los órganos y sistemas  que están siendo atacados  y además se acompaña de unos síntomas muy característicos de la respuesta inmune que son  inflamación, dolor, calor…

Los síntomas generales iniciales de  reactividad e inflamación pueden ser muy inespecíficos como: Cansancio, dolor muscular, hinchazón y enrojecimiento, decimas de fiebre persistentes, caída cabello, erupciones piel, difícil concentración, hormigueo manos o pies. 

Una vez iniciado la autoagresión  si no se toman las medidas oportunas la situación empeora cada vez más y aparecen las enfermedades autoinmunes.

Podemos enumerar algunas  enfermedades autoinmunes: tiroiditis de Hassimoto, celiaquía, enfermedad de Chron, esclerosis múltiple, diabetes tipo I, lupus…

Desde la medicina integrativa a la par que el paciente toma la medicación farmacológica que precise, cuando es necesaria,  fortalecemos el sistema inmune y   bajamos la reactividad de este para evitar la progresión de la enfermedad y mejorarla o revertirla según el caso.

 Nuestros objetivos son: eliminar las sustancias que activan la inflamación, mejorar la permeabilidad intestinal y apoyar la tolerancia inmunológica. Para ello  pautamos  una dieta antiinflamatoria con suplementación para mejorar la sobrecarga hepática y la toxicidad. Y a la vez valoramos la microbiota y la restructuramos y potenciamos como aliada del sistema inmune. Recomendamos  el ejercicio físico, mantener un peso saludable, cuidar el sueño, evitar tóxicos como tabaco y alcohol en exceso, edulcorantes y azucares.  Mejorando todo el entorno y los sistemas, mejorará o bajará la reactividad del sistema inmune y mejorarán los síntomas y ganara en calidad de vida el paciente.