Breves pinceladas de un acompañamiento terapéutico

El trabajo terapéutico permite conocer los patrones relacionales, pensamientos y comportamientos que bloquean la conciencia presente y lleva a situaciones de infelicidad.

Quedarte en el presente, en lo que se está pensando y sintiendo ahora, y no en lo que pudo ser o cómo debería haber sido, ayuda a que el paciente viva y sienta la realidad, dando un mayor protagonismo a lo que sí hay. A través del enfoque del “aquí y ahora”, se promueve el presente y ayuda a las personas a reconocer sus pensamientos, sentimientos y acciones actuales. Esto les permite abrazar el momento, sin preocuparse por el pasado o el futuro, y adquirir una mayor conciencia de sí mismos. Atender el presente, lo que sucede está sucediendo ahora mismo, lo que fue ya no es y lo que será no está sucediendo. Estar en contacto con uno mismo implica ir atendiendo lo que nos está pasando, y es vital para que pueda haber una reconexión con uno mismo.

La terapia puede guiar al paciente en el proceso de autoexploración a través del trabajo consciente con el cuerpo, ayudándole a desarrollar una mayor conciencia corporal, a conectar con sus emociones y sensaciones, y a liberar emociones reprimidas que puedan estar retenidas en el cuerpo.

Por otro lado, comprender las relaciones y los ámbitos que mueven a las personas es muy importante para saber un poco más sobre nosotros. Esto, se aplica a todo grupo humano, desde la pareja a los equipos de trabajo, las familias e, incluso, los individuos aislados. Tomar conciencia de cómo nos colocamos en la vida y modificar los patrones y dinámicas de relación desadaptativas existentes tanto en el seno familiar como en una relación de pareja, entre otros contextos sociales nos ayudarán a que todo fluya de una manera más ligera y con menos cargas.